miércoles, 10 de octubre de 2012

Rugby Championship

Posted by Luciano Borghesi On 1:17 a.m. No comments

Experiencia única

 El sábado por la noche en el Estadio Gigante de Arroyito, Los Pumas culminaron su participación en el Rugby Championship. Fue derrota ante Australia 25 a 19 por la sexta y última fecha del inédito torneo. También allí, bajó una interminable ovación, se dio el retiro del rugby del histórico Rodrigo Roncero quién disputó en Rosario su Test Match número 55.

Todo desbordó en Rosario. Calles, hospedaje y adyacencias al estadio. Los amantes de la ovalada se hicieron presentes desde temprano en nuestra ciudad, ya que muchos se acercaron desde lejanos lugares del país para presenciar el último encuentro de Los Pumas en el Rugby Championship.

Cerca de una hora y media antes del kick off, la capacidad del Gigante estaba colmada. La sobreventa de entradas era un hecho. En las populares la gente se agolpaba, y el mal estar comenzaba a acrecentarse. Mucho de los espectadores, mal acostumbrados por cierto, pretendían seguir estando sentados hasta el comienzo del partido. Algo impensado con la cantidad de gente que aún estaba afuera.

Faltaba cada vez menos y los equipos se hacían presentes en el campo para realizar sus respectivas entradas en calor. Sin dudas hubo un jugador que se llevó todos los aplausos, fue ni más ni menos que el  eterno “Rorro”. Si, Rodrigo Roncero, quien “calentaba” por última vez.

Las agujas pisaban las ocho, y la hora de los himnos llegaba. El fervoroso público alentaba previamente, hasta que el ex Puma y barítono, Omar Hassan,  comenzara a entonar el himno australiano. Con respeto pasó el “Amicus” (Amigo), nombre de la canción símbolo de los Wallabies. Luego, llegaría la hora del Himno Nacional Argentino, donde las pieles comenzaban a erizarse y el clásico coreo introductorio sonaba al unísono en todo Arroyito.  

La ceremonia previa había cesado, y la hora de la verdad debía materializarse. ¡Y arrancó no más! El kick off le daba inicio al último partido del Rugby Championship en su flamante edición. Desde las tribunas se podía apreciar ese aliento particular que hacía soñar a todos con la hazaña del primer triunfo en el torneo. Era el clásico: “Vamos Pumas vamos, pongan huevo que ganamos”.

Apenas iniciado el juego, se pondría en ventaja la visita con un penal del fullback Mike Harris a los 2’ minutos de juego. Esa misma acción, volvería a repetirse 5’ minutos después para poner las cosas 6 a 0 para Australia. Las infracciones comenzaban a ganar terreno en la noche rosarina, y no solo era Argentina quien las cometía. A los 11’ llegaría el descuento tras un penal acertado por Juan Martín Hernández.

Los Pumas cometían penales en su propio campo y le permitían a Australia aumentar su marcador con patadas a los palos, en una cancha que en cuanto a sus dimensiones era casi ideal para intentar acertarle a las “H” desde cualquier posición que normalmente suele ser lejana.

Con el correr de los minutos, el ping pong de las patadas a los palos no cesaría. A los 15’ y a los 24’ Harris sumaría de a tres para los Wallabies, mientras de Hernández haría lo propio para los dirigidos por Phelan.
Hasta allí el partido transitaba en el campo argentino. La posesión era claramente de los australianos que aprovechaban las infracciones argentinas y se ubicaban en las proximidades del in goal Puma. En consecuencia, sería a los 28’ donde Australia estiraría ventajas nuevamente con otro penal de Harris, pero rápidamente “Juani” Hernández lo imitaría sumando tres para la Argentina.

A poco del final de la primera etapa, el juego se había emparejado y la fluidez e intermitencia del mismo era una constante. Finalmente, 15 a 9 para la visita sería el resultado arrojado en los primeros 40’. Argentina  pecó de penales tontos en demasía, y los pagó caro.

Ya en el complemento, el partido se tornaría más dinámico.  Y entre esa dinámica, Argentina tomaba posición de ataque y muchas veces quedó desprotegida en defensa. En una de las arremetidas Wallabie, el wing Digby Ioane encuentra un hueco luego de un pase interno de Kurtley Beale y culminó su carrera debajo de los palos. Sumada la conversión de Harris, las cosas quedaban 22 a 12 y “Tati” Phelan  comenzaba a realizar modificaciones.

Entre los tantísimos cambios, estuvo el de Juan Imhoff por Horacio Agulla a los 27’. Se lo destaca, ya que con 10 minutos en cancha, el hábil wing ex Duendes convirtió en try el ataque más contundente de Argentina luego de varias fases en zona de factura por parte de Los Pumas. La conquista llegaría luego de un ruck donde Juan terminó en el piso y de allí mismo sus compañeros lo apoyaron para que logre apoyar y desatar el delirio en su ciudad natal.

Con la conversión se Bosh, que anteriormente había sumado un penal, la chapa marcaba 12 a 25, a favor de Australia. Aún quedaba la última, pero sería otro penal para los Wallabies que lo mal obrarían y dejando la pelota en cancha harían ilusionar al pueblo argentino con un contraataque salvador que nunca pudo llevarse a cabo. El partido terminaría 25 a 19, pero Los Pumas, una vez más, murieron de pie.



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